La carga de ataques potencialmente mortales continúa, incluso con tratamiento profiláctico1-3
Aunque el tratamiento profiláctico a largo plazo reduce la frecuencia de los ataques, tanto los estudios clínicos como los datos comunicados por los pacientes muestran que en todas las localizaciones anatómicas se siguen produciendo ataques, incluidos los laríngeos, que pueden poner en peligro la vida.3
Los pacientes con AEH pueden temer los ataques y hacer concesiones para evitar los posibles desencadenantes de los mismos, o no tratarse en absoluto cuando se produce un ataque, lo que agrava la carga que supone el AEH1,2,4,5